Consumir cannabis puede provocar brotes psicóticos.
Durante tres días caminó por las calles de Oviedo pensando que alguien quería acabar con su vida.
«Llegué a creer que me perseguían y que querían matarme. Fue horrible». Esta joven de 29 años, de sonrisa abierta y ojos curiosos, miraba con recelo a cuantos se le acercaban, tanto en el trabajo como donde estudiaba. Así, hasta que 72 horas después acabó en la Unidad de Psiquiatría del Hospital de Jove, en Gijón. María, nombre ficticio, había sufrido un brote psicótico producido por el consumo de cannabis. Esta ovetense jamás llegó a pensar, «ni siquiera a sospechar», que los 'porros' que desde hacía tres años se fumaba cada día en el sofá de casa le iban a producir «este chungo». Como María, son muchos los jóvenes que tienen una baja percepción del riesgo del cannabis. La consideran una droga blanda, casi «una hierba natural», explican cuatro jóvenes asturianos en proceso de rehabilitación en una clínica de Gijón, convencidos hasta hace bien poco de que la 'maría' no tenía efecto adverso alguno. Los 'porros', el 'chocolate', es la droga estrella entre las chicas y chicos del Principado, una tendencia común en España, que cuenta con la negra estadística de ser el país que más consumidores tiene por debajo de los 17 años. En Asturias su uso se duplicó en 15 años, donde un tercio de los estudiantes admite haberlo fumado alguna vez y otro 2% de forma habitual.
Elcomercio digital 10_4_13